domingo, março 04, 2007

Perdidos na serra de Queguas



Dos empleados del Concello de Entrimo se desorientan durante una excursión y aparecen tras 14 horas sanos y salvos.


A.Méndez / OURENSE


No pasamos miedo pero nos preocupaban nuestras familias y el frío, porque no íbamos bien equipados. Nunca pensamos en la posibilidad de perdernos y mucho menos en pasar la noche a la intemperie en medio de la nada. Fue toda una aventura, pero con final feliz, por suerte".Más tranquilo y después de varias horas de sueño reparador, así relataba ayer Juan Carlos Domínguez, funcionario del concello ourensano de Entrimo, de 43 años, la noche que había pasado el martes con su compañero de trabajo, Javier López, de 30, perdidos por la Serra de Queguas.Ambos se conocen desde septiembre, cuando Javier entró a trabajar como becario en el servicio de Arquivo e Documentación del Concello. El martes, Juan Carlos le propuso una excursión a las pallozas de Serra de Queguas para que conociera el entorno y a las 16:00 horas emprendieron camino.La tarde se la prometía feliz, el cielo estaba despejado y todo parecía ir bien. Los dos compañeros accedieron en coche hasta Casa da Moura y después caminaron hasta el enclave de las pallozas. Fue entonces cuando, "encantados" con lo que veían, sobre las 17:00 horas decidieron "seguir un poco más adelante para visitar un dolmen en el Coto Pena da Man" y fue en este segundo itinerario "cuando la niebla empezó a cubrirlo todo y acabamos desorientados", relata Javier, todavía abrumado por el revuelo organizado.Fue a las 18:30 horas, al intentar regresar al pueblo, cuando se perdieron y ya no consiguieron alcanzar el coche, que habían dejado aparcado unos kilómetros más abajo. Una hora más tarde, "ambos fuimos conscientes de que nos habíamos perdido y empezamos a pensar en cómo afrontar la noche allí".La novia de Javier fue la que alertó a los servicios de emergencia a las 20:41 de la tarde, y poco después ya se dirigían hacia el monte en pequeños grupos los hermanos de Juan Carlos y varios compañeros de trabajo para intentar localizarlos.La zona en que se encontraban está bastante apartada, ya en la frontera con Portugal, y los móviles de los dos excursionistas apenas tuvieron cobertura para mandar un escueto mensaje en el que indicaban "nos encontramos bien pero no sabemos dónde estamos". "No llevábamos comida ni ropa de abrigo y a las 22:00 horas se puso a llover y tuvimos que improvisar un pequeño refugio colocando el paraguas entre unas rocas a modo de techo", explicaban ayer entre risas.A las 05:00 de la mañana del miércoles escampó y dos horas después los sorprendió una mañana despejada y pudieron ponerse en camino. Con la luz enseguida se orientaron y tras una hora de caminata llegaron a la zona donde habían aparcado el coche y donde les esperaba la Guardia Civil, miembros de Protección Civil de Entrimo y numerosos conocidos.Final felizEran las 09:00 de la mañana y los dos fueron recibidos como héroes y entre abrazos por familiares y amigos. Superado el susto y después de dormir hasta bien entrada la tarde, empezaron a recibir llamadas en casa de Juan Carlos, y en el hostal Entrimeña, donde se hospeda Javier, natural de Maside pero con trabajo tres días a la semana en el Concello.Se encuentran bien y reconocen que "lo peor fue el frío y pensar en la familia". En el caso de Juan Carlos, que hacía de guía, a esta sensación "se sumaba la de culpabilidad, pues no podía parar de pensar que yo había tomado la iniciativa de salir de excursión".La noche dio para todo y lo único que perturbaba sus amenas charlas fueron "las preguntas de Javier sobre la posibilidad de que nos atacase un lobo", comentaba entre risas Juan Carlos, recordando las explicaciones que ideó durante horas para tranquilizar a su amigo.Los empleados del Concello y el propio alcalde se mostraban ayer sorprendidos por lo sucedido, al comentar que "Juan Carlos se crió en el pueblo y conoce al dedillo estos montes". Sin embargo, ellos no contaban con la niebla y ésta les sorprendió con una aventura "difícil de olvidar".



Esta información foi publicada o outro día no Faro de Ourense.

3 comentários:

Anónimo disse...

Ola Lupi, son o Xulio Medela de Lobeira. Alégrome de que todo decorrese ben. Un saúdo, compañeiro.

Anónimo disse...

Lupi, Lupi, Lupi di Loop

A néboa é moi traidora, e se non que llo digan ó David de Bande e ó Aser Arraiano, que case se perden andando polo Xurés na procura dun vello roteiro do contrabando.
O que é indiscutible é que hai que perderse totalmente para recuperarse totalmente, como dicía o filósofo da vía dolorosa

Anónimo disse...

Hai que foderse con estes arraianos neboentos